La declaración de los directivos y empleados de La Caixa y del Banco de Europa, entidades en las que supuestamente fueron abiertas varias de las cuentas con las que se considera que se cometió el fraude, estuvo rodeada de medidas de seguridad para evitar la presencia de los periodistas.

Según fuentes judiciales, algunos de los presuntos implicados que hoy declararon ante el juez Jaime Giménez habían pedido que se adoptaran las precauciones oportunas para respetar su intimidd y para evitar la presencia de periodistas.

El turno de citaciones continuará el próximo miércoles con la presencia de los directores de otras entidades bancarias y del responsable de un centro médico al que se considera autor de la entrega de documentación relativa a personas a cuyo nombre se abrieron las cuentas sin que éstas tuvieran conocimiento.

Los principales imputados en este caso son los empresarios Juan Cánovas y José Caravaca, a los que se acusa de defraudar a Hacienda 1.881 millones e pesetas.