Una de estas compañías es Prosegur, que acaba de publicar la primera 'Política de Inteligencia Artificial Responsable' aplicable a todos los países en los que opera. El objetivo de la compañía es garantizar los derechos y libertades de todas las personas que puedan verse afectadas por el uso de soluciones y tecnologías de Inteligencia Artificial (IA), así como establecer las bases que regulen su aplicación en todos los proyectos que la incorporen.

Para prevenir y controlar los posibles riesgos asociados a la IA, Prosegur ha definido un procedimiento que establece que la IA desarrollada o adquirida por la compañía debe regirse por tres pilares: legal, con el objetivo de garantizar el respeto a todas las leyes y normativas aplicables; ético, para garantizar el cumplimiento de los principios y valores éticos; y robusto, tanto desde el punto de vista técnico como social, ya que los sistemas de IA pueden causar daños accidentales.

"El uso de la Inteligencia Artificial aumenta día a día, especialmente en el ámbito de las soluciones de videoanálisis, como hemos podido detectar en Prosegur. Con esta nueva política de uso responsable de la IA, queremos sumarnos a otras grandes empresas que ponen la tecnología en el centro de sus operaciones, pero queremos hacerlo de forma ética, lícita y robusta, tal y como indica nuestra política", explicó Miguel Soler, presidente del Comité de Inteligencia Artificial Responsable y director jurídico y de Compliance del Grupo Prosegur.

Para el desarrollo de esta política, Prosegur ha tomado como referencia los principios éticos definidos por la Comisión Europea, que persiguen la mejora del bienestar individual y colectivo y que deben estar presentes en todos los proyectos de IA del grupo.