La talidomida se comercializó en la década de los sesenta, para tratar las náuseas durante el embarazo, y provocó que unos 10.000 niños en todo el mundo nacieran sin extremidades o con malformaciones graves y acortamientos de las mismas.

En Gran Bretaña, este problema afectó a unos 480 niños, de los que 25 han fallecido, y la compañía responsable de la comercialización de la Talidomida fue Distillers. Esta empresa fue absorbida por la multinacional de bebidas Diageo, empresa que aporta anualmente 4,16 millones de euros a la Fundación Talidomida, para ayudar a los afectados en el Reino Unido.

Los responsables de Diageo han anunciado que su aportación anual se incrementará anualmente para alcanzar los 9,66 millones de euros hasta el año 2037, cantidad que se actualizará cada año según los datos de inflación.

Con esta iniciativa, Diageo pretende hacer frente al coste del cuidado médico que precisarán los afectados por la Talidomida a lo largo de su vida, que ha superado las previsiones, ya que los especialistas diagnosticaron que la mayoría no superaría la infancia.

Esta previsión no se ha cumplido y casi todos han alcanzado la edad adulta. Sin embargo, en los últimos años sus problemas de salud se han agravado, especialmente los que afectan a las articulaciones, y en muchos casos han precisado intervenciones para la implantación de prótesis de cadera y hombro.