Carlos Solchaga anunció en la Cámara una serie de medidas de reformas estructurales del mercado del trabajo, entre las que destaca el traspaso a sindicatos y empresarios de la gestión de las prestaciones por desempleo.

Tras la propuesta de Solchaga, el Ministerio de Trabajo se comprometió con los sindicats a redactar la oferta del Gobierno sobre la reforma del Instituto Nacional de Empleo para su posterior negociación.

No obstante, el dirigente sindical Angel Campos afirma que su sindicato no negociará con el Ministerio de Trabajo ninguna reforma del INEM si "lo que nos propone el Gobierno está en la misma línea de lo anunciado por Solchaga".

Angel Campos insiste en que la pretendida reforma del Instituto Nacional de Empleo conculca el artículo 41 de la Constitución, al tiempo que mantiene que laúnica conversión posible del citado organismo es "mantenerlo como sistema público de empleo".

Comisiones Obreras plantea la necesidad de convertir al INEM en una auténtica oficina de colocación, que tras su reforma pueda controlar el 30% del mercado de trabajo durante el primer año, al tiempo que contribuya a la presentación de alternativas laborales.

Asimismo, Campos rechazó la posible regulación de las empresas privadas de colocación porque "disgregaría el mercado laboral. La propuesta de Solchga no es de recibo", matizó.