El Ejecutivo europeo ha considerado que las normas suecas que derogan la normativa europea son excesivas en su propósito de proteger la salud ública.

Por su parte, las autoridades suecas defienden sus disposiciones nacionales por los riesgos de alergias relacionadas con el consumo de alimentos que contienen los llamados azocolorantes, así como por el exceso de ciclamatos que se encuentra en la comida, y ya han expresado su deseo de mantener esas medidas restrictivas.

Las disposiciones suecas derogan la directiva sobre colorantes, que establece las condiciones de uso de los azocolorantes en los alimentos, y la directiva sobre edulcorants relativa al empleo de ciclamatos para uso alimentario.

La Comisión Europea ha examinado la información facilitada por las autoridades suecas y ha concluido que no existen pruebas que indiquen un riesgo en exceder la cantidad diaria recomendable de ingestión de estos aditivos.

Por otra parte, la Comisión ha recordado que el legislador europeo no consideró necesario prohibir generalmente el uso de esos colorantes, debido a la sobrada información de que disponen los consumidores.