"La administración ha encontrado en el conductor madrileño la gallina de los huevos de oro", denunció hoy la CEA en un comunicado.

A partir de enero del 2006 no se cobrará la tasa en función de los metros de vado, sino por la intensidad de uso, es decir, por el desgaste que se ocasiona a la acera y la perturbación que se causa a los transeúntes, por lo que se cobrará por el número de vehículos que utilizan el vado lo que, lógicamente, dependerá de la capacidad de ocupación del garaje en cuestión, es decir, de su tamaño.

El CEA recuerda que el Ayuntamiento de Madrid debería haber tenido en consideración que la propiedad de los inmuebles ya está gravada en función, entre otras cosas, de su tamaño, por el Impuesto de Bienes Inmuebles, por lo que este cambio podría ser considerado como una doble imposición fiscal.