Las medidas están dirigidas al millón y medio de asistentes que, según las autoridades municipales, acudirán este verano a las instalaciones acuáticas, que suman veintitrés recintos con sesenta piletas de baño. El objetivo de esta iniciativa es reforzar las medidas de seguridad con el fin de evitar accidentes.

Se recordará a los usuarios la necesidad de moderar su exposición al sol y utilizar cremas protectoras, con especial atención a los niños, la obligación de ducharse antes del baño y equilibrar poco a poco la temperatura del cuerpo y el agua para evitar cortes de digestión o el síncope de hidrocución, que se produce por el impacto repentino con el agua fría. Además, se aconseja no comer y beber antes de bañarse o guardar dos horas de digestión.

Respecto a las medidas de higiene, el Consistorio recomienda utilizar un calzado específico en el interior de estas instalaciones para no adquirir enfermedades contagiosas.

Los usuarios dispondrán todos los días de información sobre la temperatura del agua, el resultado de los análisis del nivel bacteriológico y la cantidad de cloro.