El quinto punto del documento indica que, una vez informado, el paciente deberá asumir las secuelas, riesgos y complicaciones posibles que implícitamente lleva aparejada la actuación médica, "renunciando de forma expresa a cualquier reclamación o indemnización económica que tenga fundamento en las secuelas, complicaciones y riesgos asumidos".

Según manifestó a Servimedia un portavoz del colegio, el paciente renuncia sólo a los riesgos que ha asumido y "siemre que la actuación médica se acomode a la 'lex artis' (actuaciones correctas)".

El tríptico elaborado por el colegio recoge más de 400 términos de los posibles riesgos y alternativas terapéuticas que existen en la mayor parte de las intervenciones médicas, "para refrescar la memoria a los facultativos y que puedan tener así un punto de referencia".

El organismo colegial decidió realizar esta propuesta ante las últimas decisiones judiciales -entre ellas una del Tribunal Supremo- que condenan a faultativos por no informar de todas las opciones terapéuticas o de las secuelas de una terapia, a pesar de que la intervención fue un éxito.

Según fuentes del departamento jurídico del colegio valenciano, su iniciativa está en consonancia con la Ley General de Sanidad, que en su artículo 10.6 estable que el usuario tiene derecho a la elección entre las opciones que le presente el responsable médico de su caso, siendo preciso el previo consentimiento escrito del usuario en la realización de cualquier inervención.

La ley recoge tres excepciones a este punto: cuando la no intervención suponga un riesgo para la salud pública, cuando el paciente no esté capacitado para tomar decisiones o cuando la urgencia de su estado no permita demoras.