Esta no es la primera vez que Colau se enfrenta a una querella por malversación, de hecho la Fiscalía archivó el pasado año una muy similar a esta planteada por la Asociación por la Transparencia y la Calidad Democrática, por la que tuvo que declarar este viernes.

La alcaldesa se limitó a responder a su defensa y a la Fiscalía que entiende que los hechos denunciados por la Asociación son prácticamente idénticos a los planteados en la querella presentada anteriormente por Abogados Catalanes por la Constitución, que fue archivada en julio pasado.

En esta causa, ha sido el propio Ministerio Público el que ha aportado varios pendrive conteniendo los datos de todas las subvenciones incluidas en la querella, puesto que esta información ya fue requerida al Ayuntamiento de Barcelona durante la investigación de la primera denuncia.

La Fiscalía cerró esa investigación concluyendo que Colau no se abstuvo en las comisiones de Gobierno que aprobaron las subvenciones en entredicho, pero que esa decisión sólo podría ser calificada como infracción administrativa, pero nunca como delito de prevaricación. En su declaración, la alcaldesa explicó que no se abstuvo porque consideró que no tenía interés personal en la concesión de esas ayudas y que el propio secretario general del Ayuntamiento le confirmó que no era necesario.

En su descargo, insistió en que nunca intervino de forma directa en la tramitación o concesión de las citadas subvenciones y que su actuación se limitó a aprobar en la Comisión de Gobierno del Ayuntamiento las propuestas planteadas por el área correspondiente. En todo caso, Colau defendió el interés público de las subvenciones otorgadas.