Según la CODA, el nuevo reglamento pondría en riesgo tanto a la propia caza como ala fauna protegida, así como a sus hábitats, e infringiría severamente la normativa nacional y comunitaria referentes a estos temas.

La coordinadora ecologista lamentó el notable e injustificado retraso que ha sufrido la tramitación del reglamento y el escaso tiempo con que han contado los grupos conservacionistas para analizar el texto.

La Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental considera imprescindible la revisión del borrador, por lo que amenazó a las autoridades castellano-manchegs con adoptar medidas legales y de presión si no se realiza dicha revisión.

Entre las propuestas que formulan los ecologistas se encuentran la adopción de medidas para el control y mejora del estado de las poblaciones, establecer vallados cinegéticos, crear zonas de seguridad y especificar con rigor las especies cazables.