Según informa la policía autonómica catalana, esta experiencia piloto se enmarca en la operación salida del primer fin de semana de agosto y en el dispositivo paso del Estrecho.

Los agentes van a comprobar que estos vehículos circulan cumpliendo todas las condiciones de seguridad por lo que van a realizar controles preventivos con el fin de reducir las conductas de riesgo asociadas principalmente a la fatiga, el exceso de carga y la carencia de sistemas de seguridad pasiva (como el cinturón y los sistemas de retención infantiles).

En caso de detectar que un vehículo circula con exceso de carga y que esto es un peligro tanto para los ocupantes de este coche como para el resto de vehículos, se ofrecerá la posibilidad a los conductores de depositar el equipaje sobrante en un contenedor y se les garantizará la custodia durante un tiempo determinado.

Por su parte, los técnicos y los voluntarios de la Cruz Roja atenderán, con la ayuda de un traductor, a los conductores y pasajeros en el área de descanso preparada con una tienda de campaña, una clínica móvil y una ambulancia para prestar asistencia sanitaria.

Además, habrá una ludoteca donde la Cruz Roja se ocupará de los niños en caso de que sus padres necesiten descansar, y una zona de picnic.