En declaraciones a Rac 1, indicó que París y Roma, que habían creado algunas zonas de tolerancia, "hubieron de hacer marcha atrás porque la prostitución ha caído mucho en manos de determinadas mafias internacionales".

A su juicio, el ayuntamiento que preside no debe hacer ninguna propuesta; "nosotros ya la tenemos: es la ordenanza de convivencia. Si hay problemas graves, sobre todo por la acumulación de prostitución en determinadas carreteras, el tema se ha de encarrilar, en forma de ley, de decreto o de disposición".

Sobre la experiencia de la ordenanza municipal que aplica desde hace unos meses en la Ciudad Condal, Clos indicó que ya han sido multados "muchos clientes y lo continuaremos haciendo, porque a la hora de apoderarse del espacio público, tanto se apodera el ofertante como el cliente".