Desde hace tiempo, varios estudios demuestran que esta zona es clave para aprender las normas morales y sociales. La investigación realizada en la Universidad de Iowa (EEUU) con dos personas que sufrieron heridas en la corteza prefrontal antes de los 16 meses de edad apunta a que la conducta antisocial podría depender, al menos en pare, de una disfunción de este circuito neuronal, según afirman los autores.

El trabajo se centró en los casos de un hombre y una mujer adultos, ambos criados en hogares estables y con niveles de inteligencia normal. Sin embargo, ambos presentaban conductas antisociales e irresponsables: robaban, mentían o eran incapaces de conservar un trabajo. También coincidían en no sentir ningún remordimiento por sus actos.

Los investigadores comprobaron que eran incapaces de responder a preguntas como si un hmbre debía robar un medicamento para su esposa, o qué hacer cuando dos personas quieren ver distintos programas de televisión.

El equipo científico sostiene la teoría de que la corteza prefrontal es importante para controlar las emociones en la toma de decisiones. Por ello, los niños que sufren alguna disfunción en este área no pueden aprender las lecciones morales que se les enseñan.