Ls grandes posibilidades de triunfo que tenía hoy el grupo catalán, que a dos jornadas del final de la Liga, hacían prever que subiría hoy, matemáticamente, a Primera, llevó a organizar una serie de celebraciones en la ciudad que se prolongarán hasta bien entrada la madrugada.

Tras la victoria del equipo, los jugadores, la directiva y sus respectivas familias recorrerán las principales calles de la ciudad en autocar hasta llegar a la plaza Paeria, donde se encuentra el Ayuntamiento. Una vez allí saludaán desde el balcón del edificio municipal y después serán recibidos por el alcalde, Antoni Siurana.

Un castillo de fuegos de artificio junto al río Segre y una verbena popular que se espera multitudinaria en el velódromo de la ciudad, culminarán las celebraciones por el ascenso del equipo a Primera División.

Otro dato histórico en la historia del fútbol leridano fue la recaudación del partido de hoy, cifrada en unos 13 millones de pesetas, y que superó el récord que tenía hasta ahora, cuando el Brça jugó la Copa del Rey en 1986.

La euforia provocada por el acontecimiento, que llenó el campo del Lleida y provocó colas de hasta una hora y media para comprar entradas para el partido de hoy, un hecho sin precedentes en el deporte de la ciudad, hizo que a primera hora de la tarde se reunieran miles de personas agrupadas en peñas en la plaza Ricard Viñes, lugar de encuentro de los seguidores.

El ascenso del Lleida a Primera se produce por segunda vez en toda su historia futbolística tras 43 añs desde que lo hiciera por primera vez, aunque sólo duró una temporada.