La encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) presentada esta mañana en el Congreso por el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Jorge Fernández Díaz, refleja que la puntuación de Aznar ha descendido en seis décimas respecto a enero, mientras que la de Zapatero bajó 3 décimas.

Según Fernández Díaz, el descenso generalizado no es especialmente significativo y se debe al clima político "crispado" que se vivía en el momento de la realización del trabajo de campo, que coincidió con el escándalo de las cuentas opacas del BBVA y las acusaciones del PSOE al Gobierno por este caso.

Jordi Pujol, presidente de la Generalitat de Cataluña, pierde en esta consulta sociológica el tercer puesto a favor del líder de Unió Democràtica de Catalunya, Josep Antoni Duran i Lleida, que obtuvo 410 puntos (4,26 en enero), mientras que el veterano dirigente convergente sólo alcanzó 4,04 puntos (4,28 en enero).

Por detrás se sitúan el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, con 3,88 puntos (3,95 en el anterior barómetro); el líder del BNG, y Xosé Manuel Beiras, con 3,58 puntos (3,66 en enero). Cierra la clasificación, como es habitual, el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, que baja de 1,92 puntos en enero a 1,75 en abril.

Además, crece el número de españoles que manifiestan algún gado de desconfianza hacia el presidente Aznar. El 55,1 por ciento declara tener poca (33,9 por ciento) o ninguna (21,2 por ciento) confianza en su labor, mientras que el 39 por ciento le profesan bastante (32,8 por ciento) o mucha (6,2 por ciento) confianza.

En el anterior barómetro en que se hizo esta pregunta, los que manifestaban mucha (8,2 por ciento) o bastante (37,1 por ciento) confiazna sumaban el 45,3 por ciento, frente al 48,8 por ciento que declaraban tener poca (30,9 por ciento) o ninguna cnfianza (17,9 por ciento).

En el barómetro del CIS correspondiente a abril se aprecia un descenso de la calificación positiva de la gestión de Gobierno del 41,3 por ciento de enero al 34,4 por ciento de abril. Además, sube el número de descontentos del 13,5 por ciento al 18,7 por ciento.

Tampoco obtiene buenos resultados el PSOE en la valoración que hacen los ciudadanos de su tarea de oposición. Así, la proporción de encuestados que valoran negativamente su labor subió del 21,1 por ciento de ener al 22,8 por ciento del pasado mes, mientras que los que la consideraban positiva pasaron del 20,9 por ciento al 18,7 por ciento.

SUSPENDIDOS

También los ministros salen mal parados en el barómetro de abril. Sólo el vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy, aprueba, con una puntuación de 5,2, pero desciende respecto a la puntuación de obtuvo en enero de 5,6 puntos.

El vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, registra también un descenso en su puntuaciónpasa de 5,3 puntos a 4,9, aunque mantiene su segunda posición en consideración de los españoles. Todos los ministros bajan en su puntuación en el mes de abril.

Fernández Díaz evitó vincular el castigo de los ciudadanos a Rato con el hecho de que desde la oposición se apuntara su responsabilidad política por el escándalo de las cuentas opacas del BBVA.

PESIMISMO

Según el barómetro de abril, aumenta el pesimismo sobre la situación política. Si en enero sumaban un 31,6 por ciento los que la consieraban buena (30,2 por ciento) o muy buena (1,4 por ciento), tres meses más tarde sólo alcanzaban el 28,1 por ciento, siendo el 26,9 por ciento los que la juzgaban buena y un 1,2 por ciento muy buena.

Además, crece la proporción de los que la encuentran mala (16,4 por ciento) o muy mala (4,1 por ciento), que suman un 20,5 por ciento, frente al 15,2 por ciento que sumaban los descontentos en enero.

En cuanto a la situación económica, el 33,7 por ciento la considera buena (33 por ciento) o muy buen (0,7 por ciento), frente al 35,1 por ciento que la consideraban buena (33,1 por ciento) o muy buena (2 por ciento) hace tres meses.

Se mantiene estable la proporción de los que juzgan negativa la coyuntura económica en abril en el 14,6 por ciento, frente al 14 por ciento que eran pesimistas en el mes de enero.

El barómetro del CIS confirma que el paro se consolida como el problema más importante para el 70,5 por ciento de los españoles, frente al terrorismo, que lo es para el 58,2 por ciento.

La distancia entre estos dos problemas se agranda respecto al mes de marzo, en el que el desempleo era la principal preocupación para el 64,8 por ciento y el terrorismo para el 57,8 por ciento. A mucha distancia se encuentran la inseguridad ciudadana (18,9 por ciento) y las drogas, con el 18,7 por ciento, mientras que la inmigración es un problema para el 14,3 por ciento, algo menos que en marzo, cuando lo era para el 15,9 por ciento.