Lo hicieron en una concentración convocada por plataformas de profesionales veterinarios, como VetsUnidos y VetWarriors, en la que se leyeron varios manifiestos, uno de ellos respaldado por el Consejo General de Colegios Veterinarios de España, la Federación Estatal de Sindicatos Veterinarios (Fesvet) y la Confederación Empresarial Veterinaria de España (Ceve).

"Hoy nos unimos en defensa de la salud animal y de nuestra profesión. Exigimos que nuestra voz sea escuchada: por la salud y bienestar de los animales, por sus propietarios y por toda la sociedad", dice ese manifiesto, en el que los veterinarios recuerdan que son "los únicos profesionales cualificados para diagnosticar, tratar y garantizar el uso responsable de los medicamentos en los animales. Nuestra labor es esencial para la salud animal y la salud pública. Todos los centros veterinarios son centros sanitarios. Sin embargo, la legislación vigente ignora la realidad veterinaria y obstaculiza nuestra labor".

Subrayaron que "cada especie animal tiene necesidades médicas específicas, pero la normativa impone un sistema único de prescripción sin flexibilidad. Esto limita nuestra capacidad para ofrecer tratamientos adecuados y compromete la recuperación de nuestros pacientes".

"La imposibilidad de encontrar la mayoría de medicamentos en farmacias y las restricciones a la aplicación de fármacos por los veterinarios generan retrasos en los tratamientos, perjudicando a los animales y afectando a sus propietarios. Las decisiones sobre la salud animal deben ser tomadas única y exclusivamente con criterio veterinario y no administrativo", alertaron.

Defendieron que llevan "años aplicando medidas avaladas científicamente contra el grave problema de las resistencias antimicrobianas. Sin embargo, el sistema Presvet impone una carga burocrática desproporcionada sin aportar mejoras reales en el control de estos fármacos. La lucha contra las resistencias debe ser un esfuerzo conjunto de todas las profesiones sanitarias, no una carga exclusiva de la veterinaria".

Denunciaron que, además de restringir el uso de antibióticos sin atender a criterios profesionales basados en el conocimiento de cada caso concreto, la imposibilidad de dispensar medicamentos obliga a los responsables de los animales a recorrer farmacias buscándolos, "con el riesgo de no encontrarlos o recibir sustituciones inadecuadas". "La solución es clara: permitir que los veterinarios suministren los medicamentos necesarios hasta completar los tratamientos, como ya ocurre en la mayoría de los países de Europa". Por ello, exigieron también la modificación del Real Decreto 1/2015 de la Ley de Garantías y Uso Racional de Medicamentos.

Finalmente, enfatizaron que el IVA del 21% de los servicios veterinarios, el aplicado a los artículos de lujo, encarece los tratamientos y dificulta el acceso de los más vulnerables. "La salud animal no es un lujo", gritaron ante el Ministerio.

"No se puede seguir regulando la veterinaria sin escuchar a los profesionales que mejor conocen el sector. Exigimos normativas basadas en criterios científicos y realistas, no en decisiones administrativas que generan más problemas de los que resuelven. En definitiva, exigimos una regulación justa, realista y responsable que nos permita seguir protegiendo la salud animal y, con ello, la salud pública", concluyó el manifiesto.

"Más medicina y menos oficina", "Los veterinarios somos sanitarios" y "Esta pastilla no nos la tragamos" fueron algunas de las consignadas coreadas a las puertas del Ministerio, con pancartas en las que se podía leer "Burros sí, burrocracia no", "La salud no es un lujo, no al 21% de IVA", "No somos delincuentes, somos profesionales" y "No cuestiones nuestras prescripciones, somos veterinarias, somos sanitarias".