UN CIENTIFICO ESPAÑOL DETECTA UNA EXPLOSION EN EL UNIVERSO CAPAZ DE ACABAR CON LA VIDA EN LA TIERRA

MADRID
SERVIMEDIA

Un astrofísico español, Alberto Castro-Tirado, detectó el pasado mes de enero por unos segundos, en la constelación de Boyero, a unos 10.000 millones de años luz de la Tierra, una explosión de rayos gamma que superó en brillo a toda una galaxia, con una energía liberada equivalente a 1.000 quintillones de bombas atómicas como la de Hirosima. Los resultados de la investigación serán publcados mañana en "Sciencie".

Un cataclismo de este tipo podría tener efectos devastadores para la Tierra si aconteciera en un radio de unos 3.000 años luz del planeta, unos 30.000 billones de kilómetros.

Según los científicos, si la explosión se produjera a esa distancia u otra menor, la capa de ozono se volatilizaría, produciendo cambios drásticos en la ecología y producción de alimentos a nivel mundial. Incluso la superficie del planeta podría quedar radioactivada durante miles de años, lo que sría letal prácticamente para cualquier forma de vida.

El astrofísico español pudo observar el cataclismo gracias a la colaboración de científicos del Instituto de Astrofísica de Canarias y de un grupo internacional.

Desde su descubrimiento en 1967, el origen de estas tremendas explosiones cósmicas es uno de los misterios aún por resolver en el campo de la astrofísica.

Las primeras detecciones fueron realizadas por científicos estadounidenses de manera fortuita, a finales de los años sesenta.Estas explosiones son muy intensas y rápidas, siendo muy difíciles de localizar con una precisión inferior a un grado.

Sin embargo, desde 1997 la cámara de rayos X de gran campo, a bordo del satélite italiano Beppo-SAX, proporciona en algunos casos posiciones mucho más precisas.

El estudio de estos cataclismos cósmicos podría contribuir a esclarecer las causas de la extinción de los dinosaurios de la Tierra hace 65 millones de años, ya que algunos científicos no descartan que fueran estas explosines la causa.

El descubrimiento de Alberto Castro-Tirado, que trabaja para el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA) y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se publicará mañana en la revista científica "Science".

(SERVIMEDIA)
24 Mar 1999
GJA