EL "CHUPINAZO" MARCO EL INICIO DE LOS SANFERMINES 93

PAMPLONA
SERVIMEDIA

Al grito de "¡Iruñatarrak, gora San Fermín, pamplonesas, pamploneses, viva San Fermín!", la concejala de Herri Batasuna Mariné Pueyo prendió la mecha del cohete anunciador de los Sanfermines 93, cuando el reloj del Ayuntamiento de Pamplona marcaba las doce en punto del mediodía, dando comienzo a 204 horas ininterrumpidas de fista que concluirán el 14 de julio con el "Pobre de mí".

A pesar de que el día amaneció nublado y amenazando lluvia, el sol se impuso finalmente y sirvió para reforzar la alegría de los miles de pamploneses que desde las diez de la mañana abarrotaban la plaza Consistorial para asistir al "chupinazo", que marca el inicio de las fiestas.

El lanzamiento del cohete transcurrió en un clima de normalidad y buen ambiente y los gritos de "Indurain, Indurain" protagonizaron la espera en la plaza del ayuntaiento. Los mozos pidieron insistentemente agua para apagar el calor y desde los balcones recibieron numerosos baldes sobre sus sudorosos cuerpos.

A falta de pocos minutos para las doce del mediodía, los concejales de Herri Batasuna colgaron de la fachada municipal, en la que ondeaban las banderas de Pamplona, Navarra, España y Europa, una ikurriña de gran tamaño, que fue recibida con aplausos por la mayor parte del público congregado en la plaza.

La corporativo abertzale Mariné Pueyo, que dedicó l "chupinazo" a "todos los ausentes", se convirtió desde hoy en la cuarta mujer que lanza el cohete desde el balcón del Ayuntamiento.

Mariné Pueyo, que reconoció sentirse "muy nerviosa", afirmó que intentará vivir los Sanfermines "con mucha alegría, mucho cantar y mucho bailar hasta que el cuerpo aguante".

Tras el "chupinazo", los servicios municipales de limpieza recogieron en la plaza Consistorial más de 9.000 kilos de vidrio, en su mayor parte botellas de champán y los puestos de socorro atenderon a varias decenas de personas con intoxicaciones etílicas, esguinces y cortes.

Las calles del casco viejo se convirtieron en pocos minutos en una auténtica riada en blanco y rojo, animadas por la música de las charangas, que no cesarán hasta el día 14.

La polémica surgida ayer por la pancarta de la Peña "La Rotxapea", cuyas alusiones hacia la familia Real motivaron la interposición de una denuncia por parte del delegado del Gobierno en Navarra, Pedro Ruiz de Alegría, quedó hoy zanjada tras ladecisión de la peña de retirar la pancarta.

La pancarta representaba a Don Juan Carlos montado en una Vespa que arrastraba el ataud de su padre, mientras decía "Me voy pa España, que aquí ya no pinto ná". En la moto, había una pegatina con el texto "viuda de Borbón".

Ruiz de Alegría presentó ayer una denuncia ante el juzgado de guardia de la Audiencia de Pamplona por considerar que el texto y el dibujo eran ofensivos hacia la figura del Rey y su familia, aunque se mostró dispuesto a retirarla si os responsables de la Peña decidían no exhibir la pancarta.

(SERVIMEDIA)
06 Jul 1993
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