Al grito de "Iruindarrak, Gora Fermin Deuna" y "Pamploneses, pamplonicas, Viva San Fermín", el concejal encargado este año de prender la mecha, Javier Ayesa, hizo estallar la alegría en la plaza consistorial, abarrotada desde mucho antes de las 12.

El blanco y el rojo de la indumentaria de los presentes y el cava llenaron la plaza, que, un año más, volvió a batir un récord: el lugar donde, en menos tiempo, se descorchan más botellas.

Con el lanzmiento del 'chupinazo', los mozos de Pamplona y los visitantes que estos días se han acercado a la capital navarra estallaron en gritos y abrazos, mientras la música de numerosas bandas comenzó a amenizar las calles del Casco Viejo pamplonés.

Desde más de una hora antes, miles de personas, jóvenes en su mayoría, tomaron posiciones en la plaza del Ayuntamiento. La bebida comenzó a correr y, conforme se acercaba la hora, el lugar se fue llenando de pamploneses y visitantes.

Gritos contra el alcaldey a favor de Osasuna, que este año ha bajado a segunda división, fueron los más coreados. Minutos después de las 12, los congregados se dispersaron por las calles del centro de Pamplona y en la plaza consistorial quedaron miles de kilos de vidrio que los servicios de limpieza comenzaron a recoger.

Otro 'chupinazo', éste de carácter reivindicativo, tenía lugar a la misma hora. Frente a la prisión de la capital navarra, cientos de amigos y familiares de los 110 insumisos que se encuentran en esta cárcellanzaron un cohete para hacerles también partícipes de la fiesta.

Txema Fernández de Retana, insumiso condenado a un año de prisión por negarse a realizar el servicio militar y la prestación civil, fue el encargado de lanzar el cohete, ya que, a primeras horas de hoy, pudo salir del centro penitenciario después de cumplir su pena.