Según las 17 alegaciones presentadas, el trasvase es inviable económica, ecológica y moralmente, puesto que el agua del Ebro es imposible que sea destinada a consumo humano, ya que rebasa el límite de sulfatos de la Directiva de Aguas Prepotables.

Labordeta señaló además que "no se han estudiado alternativas a la falta de agua en Levante, al tiempo que se desconoce lo que es el Ebro y su cuenca y la directiva europea que la protege". Según el diputado, "la ministra comienza ahora a razonar y a darse cuenta de que no hay agua sufiente", al tiempo que calificó el proyecto de "barbaridad".

Anunció también que el miércoles se presentarán alegaciones individuales recogidas en las mesas que han dispuesto para ello y que continuarán luchando en conta del trasvase. Labordeta mostró su confianza en que el trasvase no seguirá adelante, "porque es un despilfarro económico y la Comisaría de Medio Ambiente de la Unión Europea no lo autorizará".