Este jueves estaba previsto que se reuniera la Comisión de Derechos Sociales y Políticas Integrales de la Discapacidad del Congreso para emitir un dictamen sobre el proyecto de ley a la vista del informe elaborado por la ponencia, que se ha reunido durante varios días de esta semana.

Sin embargo, la Comisión se aplaza al próximo martes, lo que obliga a retrasar la aprobación de la ley en el Congreso a la última semana del año, justo cuando concluye el actual periodo de sesiones, pero aún no hay convocado Pleno para entonces, en plenas fechas navideñas. Enero es un mes inhábil para la votación de leyes en la Cámara Baja, cuya actividad legislativa se retomará en febrero de 2023.

Lilith Verstrynge, secretaria de Estado para la Agenda 2030 y también secretaria de Organización de Podemos, declaró a los periodistas que la Comisión se ha pospuesto “a petición” del PSOE.

“Desgraciadamente, el Partido Socialista se está colocando del lado de los maltratadores, del lado de las personas que apalean, torturan y maltratan a los perros, todos los perros, todos los animales, incluidos los perros de caza, del lado de las personas que cuelgan galgos o que entierran a cachorros en cal viva”, indicó.

Verstrynge instó al PSOE a que “vuelva al acuerdo” para evitar el “riesgo” de “dejar caer la ley”. “A día de hoy ningún grupo progresista apoyaría la ley con los términos que plantea el Partido Socialista”, afirmó.

Desde el PSOE señalan que mantienen una enmienda que excluye a los perros de caza del ámbito de aplicación de la ley y que no dejarán “de lado” al medio rural. Unidas Podemos recrimina a los socialistas que sostengan esa propuesta con el “único apoyo” de los partidos de derechas y que se han desdicho de una enmienda transaccional firmada también junto a ERC.

Esa enmienda transaccionada, según pudo saber Servimedia de fuentes parlamentarias, indicaba que estarían fuera de la ley los animales de compañía empleados en actividades específicas (las deportivas reconocidas por el Consejo Superior de Deportes, aves de cetrería, perros pastores y de guarda del ganado), en actividades profesionales (perros de rescate, animales de compañía utilizados en intervenciones asistidas, los de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad o de las Fuerzas Armadas) y los perros de caza, rehalas y animales auxiliares de caza, pero todos ellos quedarían “protegidos por la normativa vigente europea, estatal y autonómica correspondiente, y que les sea de aplicación”.