En las 145 leproserías abiertas por este religioso, que lleva más de cuarenta años trabajando en las zonas más vulnerables de China, se atienden a más de 100.000 enfermos.

"Tenemos en la actualidad quince proyectos a la espera de poder ser financiados. Estas personas están muy abandonadas, necesitan mucha ayuda material y mucho cariño; el trabajo aquí nunca se acaba", explicó.

El padre Ruiz, que dejó España cuando tenía tan solo 18 años de edad, no ha parado desde entonces de trabajar en numerosos países por los más necesitados, y se ha convertido en un verdadero símbolo en Macao y Guandong, donde comenzó su andadura con los leprosos.

"En 1969 conocí a un misionero que me comentó la miserable situación de cientos de personas que morían en las islas sin comida, medicinas, ni ayudas de ningún tipo. Como el Gobierno chino no nos dejaba actuar, fuimos de noche en una lancha a visitarles a escondidas. Nunca he visto un espectáculo tan triste. Ese mismo día decidí hacer lo que fuera por ayudarles", declaró a la revista de información social "Quince Días", de Obra Social de Caja Madrid.

En poco tiempo consiguió permiso de las autoridades chinas y personal para comenzar a crear su primera leprosería. "Fue un proceso lento, pero los resultados en la actualidad son inmejorables. Ahora es el Gobierno chino el que nos ofrece su ayuda", afirmó el misionero.

El padre Luis Ruiz dispone de una cuenta en el banco Santander Central Hispano, a través de la cual todas las personas interesadas en colaborar con sus proyectos pueden enviar donativos.