Según los datos recopilados por las agencias, los turistas solicitan masivamente viajes a China, con "tours" que incluyen la visita a la capital, la famosa muralla, las tumbas de los guerreros de "Xian" y a Shangai, entre otros puntos turísticos de interés.

Esta gran demanda está favoreciendo especialmente a la aerolínea española Air Europa, que lanzó hace sólo dos meses su oferta de vuelo directo a Beijing y Shangai y ha llevado 17.000 pasajeros en sólo 60 días, cifra que supone la mitad de todos los viajeros que fueron a China desde España en todo el 2004.

Así lo confirmaron fuentes de Air Europa, del Grupo Globalia, que aseguraron que el nivel de ocupación de los cuatro vuelos semanales que unen Madrid con Pekín y Shanghai es del 90% y que se mantendrá hasta octubre inclusive.

Air Europa, la primera aerolínea española que estableció vuelos regulares directos a China, tiene desde el pasado 4 de julio un competidor, Air Plus Comet, del Grupo Marsans, que ofrece dos viajes semanales de ida y vuelta entre Madrid y Pekín, y se prevé que Air Madrid inicie sus vuelos en 2006.

Air Plus Comet ha sido pionera en ofrecer vuelos directos entre Barcelona y Shanghai, desde el pasado 8 de julio, abriendo por primera vez la ruta sin escalas entre las dos grandes ciudades. Una vez en España, los viajeros podrán enlazar con todos los vuelos de la compañía Spanair.

ALIANZA

Por su parte, Air Europa ha querido potenciar su apuesta por el mercado chino con la firma de un acuerdo de código compartido con China Eastern Airlines, que se aplicará a los vuelos directos España-China y a conexiones domésticas de la compañía asiática. También están negociando trasladar su alianza al mercado español, a los principales destinos turísticos españoles: Baleares, Canarias y la Costa del Sol.

Estos vuelos regulares a China ofertados por las compañías españolas han sido posibles después de que las autoridades de Aviación Civil de ambos países cerraran el pasado mes de noviembre un acuerdo para la ampliación del Acuerdo Aéreo bilateral de 1978, elevando de dos a un total de 21 el número de frecuencias semanales permitidas.

España aspira de esta forma a multiplicar por ocho o diez el actual número de turistas chinos, aproximadamente 25.000 turistas al año, cifra algo inferior a la de los españoles que viajan al país asiático, mientras que países como Italia o Francia ya han conseguido multiplicar por diez esa cantidad.