El proyecto del escultor vasco, que será presentado esta semana en Arco, la Feria de Arte Contemporáneo de Madrid, ha originado la oposición de organizaciones ecologistas de todo el Etado, que han firmado una carta de apoyo a la Federación Ecologista Canaria, Benmagec y la Coordinadora Montaña Tindaya.

En la carta se indica que el proyecto, independientemente de su valor artístico, supone una extracción minera prohibida por la Ley de Espacios Naturales de Canarias y por la Ley de Patrimonio Histórico Español.

"El arte, por sí mismo", indica la misiva, "no puede justificar una intervención de estas características y atentar contra los principios que rigen la conservación y proección de los espacios naturales y culturales".

Para Santiago Martín Barajas, secretario general de la Coda, la prestigiosa carrera artística de Chillida "se vería enturbiada de llevar a cabo la faraónica obra de vaciar la montaña de Tindaya".

Los detractores del proyecto argumentan que Tindaya, montaña sagrada de los aborígenes majoreros, constituye un bien de interés cultural y un monumento natural, protegida por la Ley de Patrimonio Histórico y la de Espacios Naturales Protegidos, por los valoes ecológicos, culturales y arqueológicos que reune.