En declaraciones a la Cope, Chaves reconoció que "los japoneses no tienen muchas ganas de quedarse", pero agregó que "ellos son también los empresarios y el socio mayoritario y los responsables de la gestión de la emprsa, y por lo tanto tienen una responsabilidad".

Aseguró que el Gobierno andaluz no va a permitir que Suzuki abandone la factoría de Santana Motor en Linares, "y vamos a hacer lo humana y legalmente posible para que no puedan irse. Tienen que decir cuál es la propuesta de futuro que tienen, que tiene que ser la continuidad de la empresa, y, a partir de ahí, empezar a negociar. El prestigio y el futuro de una empresa como Suzuki sufriría ante un cierre de la empresa. No creo que se puedan ir así como as".

A su juicio ha habido, "quizá conscientemente", una falta de previsión por parte de los responsables de Suzuki, puesto que se podrían haber estudiado soluciones de futuro para la empresa e impedido llegar a la situación actual.

"Estamos haciendo todos los esfuerzos posibles para abrir un proceso de negociación entre la empresa y los trabajadores, que haga posible el establecimiento de medidas que garanticen la continuidad de la empresa, que es lo vital", agregó.

Chaves indicó que "no es l primera vez que la Junta de Andalucía ha tenido que salir al paso para tratar de evitar soluciones no deseables para Santana". Concretamente, recordó, en marzo de 1993 "la Junta hizo posible un acuerdo entre la empresa y los trabajadores para garantizar la continuidad".