Chaves calificó los incidentes de "mal precedente", por entender que "coaccionar los derechos que tienen todos los seres humanos para reunirse y expresar libremente sus ideas es algo que no se debe consentir, por muy justas que sean sus reivindicaciones".

Los hechos se produjeron cuando unos 2.000 trabajaores de diversas empresas andaluzas en crisis, entre ellos empleados de Santana Motor, Gillette y Santa Bárbara, boicotearon en el mitin con el que Felipe González abrió en Sevilla la campaña de su partido para las elecciones andaluzas del 12 de junio.

Los manifestantes, que profirieron gritos como "Con Franco no pasaba ésto", sufrieron varias cargas policiales. La Guardia Civil llegó a controlar los vehículos con matrícula de Jaén que iban a Sevilla, en busca de empleados de Santana, según los trabajdores.

Por otra parte, el presidente andaluz subrayó que la oposición esgrime siempre el mismo mensaje negativo y catastrofista, sin presentar un programa claro de Gobierno.