Los hechos ocurrieron cuando Bango Karabo regresó al campamento donde se encuentran los inmigrantes y éstos le recriminaron que acudiera a la concentración contra el racismo que había sido convocada por diversas asociaciones juveniles de la ciudad.

Bongo Karabo ha declarado que "si no llega a intervenir la Guardia Civil, hoy estaría muerto, porque furon más de cien los que se abalanzaron contra mí, dándome golpes, puñetazos y patadas".

Para evitar el intento de linchamiento, intervino un compañero suyo, que no ha sido identificado y que no pudo impedir que el resto de los inmigrantes continuaran con la paliza para dar una lección a Karabo.

Karabo y su compañero tuvieron que salir del campamento custodiados por la Benemérita. Los dos inmigrantes fueron trasladados al Hospital Civil de Ceuta para ser atendidos de las múltiples contusiones que ufrieron por los golpes recibidos.

En declaraciones al diario "El Faro de Ceuta", Karabo ha manifestado que tiene miedo a salir de la habitación de la pensión donde se encuentra alojado, porque le pueden reconocer por la calle y pueden volver a repetirse el intento de linchamiento.

"Fui a la concentración como hombre de paz y porque vi que era bueno hacerlo. No sé por qué otros no fueron", agregó el inmigrante agredido.