En opinión del CES, el balance global medioambiental del PDI "podría mejorarse", ya que considera que la política medioambiental en este plan "aparece como algo residual". Para el CES, "la variable ecología debe integrarse como parte fundamental del debate".

El CES considera que el PDI no es un producto acabado, sino el primer eslabón de la política de infraestructuras, que se erá completada con la discusión y aprobación de los planes sectoriales, y pide una mayor participación de los agentes sociales en este debate.

Para el CES, es necesario armonizar y coordinar los objetivos de las administraciones central, autonómicas y locales con vistas a la aplicación del PDI, un plan que, en su opinión, debe fomentar un desarrollo socioeconómico más equilibrado a nivel territorial.

El CES critica la poca relevancia que el PDI concede a la inversión en I+D e insiste en la necesiad de mantener anualmente unas inversiones públicas en infraestructuras del 5 por ciento del PIB.

En su informe, el CES muestra grandes dosis de incertidumbre acerca de la aplicación y la viabilidad financiera del PDI, porque, a su juicio, "el hecho de que el volumen total de inversión previsto por el plan esté sujeto a la consecución de un ritmo de crecimiento medio del PIB durante los próximos años en torno al 3 por ciento, condiciona el alcance de todos los objetivos de inversión previstos en el pln".

En este sentido, el CES pide al Gobierno que aclare el papel que va a desempeñar el sector privado en el PDI. Igualmente, indica que este plan debería haber abierto el debate acerca de las vías alternativas de financiación, como los peajes blandos, las ecotasas o las tasas de infraestructura.