En una nota de prensa, el Cermi considera que este alumnado, en todos los niveles educativos en los que está prevista la concesión de becas, precisa de una ayuda más intensa debido a los mayores desembolsos económicos que deben realizar ellos y sus familias para superar las desventajas que tienen al ejercer su derecho a la educación.

El Cermi explica que estas dificultades y obstáculos se manifiestan, sobre todo, en materia de movilidad de los estudiantes con discapacidad (transporte desde el domicilio al centro de estudios y accesibilidad de las residencias cuando los estudiantes deben vivir fuera de su domicilio).

Añade que también es significativa la desigualdad de oportunidades por los menores recursos económicos provocados por los mayores gastos que deben afrontar en general las familias en las que un miembro de la misma con discapacidad pretende estudiar.

De igual modo, indica Cermi, en el caso del material didáctico o escolar, cuando éste debe tener unas características adecuadas a la discapacidad, también resultaría razonable tenerlo en cuenta en las ayudas correspondientes.

"La regulación de las becas y ayudas al estudio no puede desconocer las situaciones de agravio económico que sufre el alumnado con discapacidad, que deben verse compensadas con una adecuada política de becas", concluye.