Así se concluyó en el seminario ‘Diversidades sexuales, diversidades humanas’, llevado a cabo por la Comisión de Diversidades Sexuales Lgtbi y Discapacidad del Cermi.

El acto, organizado para conmemorar el mes del orgullo Lgtbi, fue moderado por el presidente de esta comisión, Jesús González Amago. Su apertura corrió a cargo de Luis Cayo Pérez Bueno, presidente del Cermi, quien resaltó la importancia de generar redes de cuidado para no permitir que “nos dañen”, y, en este sentido, llamó al activismo de forma colectiva, a la militancia, a la intransigencia positiva, a denunciar discriminaciones, que, para él, es donde está el germen de cualquier cambio positivo, tanto a nivel personal como comunitario.

Seguidamente, se presentaron las iniciativas ‘Grupo Diverses’ y ‘Escuela de Activismo’ por parte de sus integrantes Andrea Castejón Dueñas, psicóloga educativa en Red Genera, y José María Jiménez Lalanda, coordinador de programas en Plena Inclusión Madrid, quienes coincidieron en destacar que las personas con discapacidad intelectual están en una vulnerabilidad respecto a sus derechos afectivo-sexuales.

“De hecho, muchos de ellos tienen que pedir permiso o ni si quiera cuentan con lugares privados para su intimidad”, explicaron. Al respecto, señalaron que el trabajo en conjunto de las entidades ayuda a la visibilización del colectivo, ya que una de las principales barreras con la que se encuentran las personas Lgtbi con discapacidad es “la falta de reconocimiento de su derecho a tener una vida afectivo-sexual”.

Por otro lado, el director general de Derechos de las Personas con Discapacidad del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, Jesús Martín Blanco, coincidió con el presidente del Cermi al afirmar que “la igualdad no se entiende sin la acción de los movimientos sociales”. "Requerimos de la igualdad transformadora para cuestionar esta visión hegemónica”, subrayó.

Para Martín Blanco, esta es la oportunidad “para que nuestro país consagre la expresión personas con discapacidad, ya que resulta inadmisible que en pleno siglo XXI aún nuestra constitución se refiera a una parte de la sociedad como disminuidos”, enfatizó.

En este sentido, el director general de Derechos de las Personas con Discapacidad declaró que “la discapacidad forma parte de la diversidad sexual, y por eso necesitamos un marco jurídico vigoroso que asegure nuestros derechos sexoafectivos”. De hecho, Martín Blanco anunció que “la reforma de la Ley General de Discapacidad incorporará la definición de capacitismo para que podamos reconocerlo y erradicarlo”, y explicó que el proyecto de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos Lgtbi dedica un apartado a los derechos de las personas Lgtbi, y establece la proporción de medios y materiales para garantizar el respeto de sus derechos”. Además, manifestó que “se encuentran trabajando en una ley de familias pionera conforme a la realidad social de este siglo, que contemple todos los modelos de familia posibles”.

Dentro de este seminario, también tuvo lugar la charla coloquio ‘Diversidades Sexuales, Diversidades Humanas: Visibilidad, el orgullo + grande’, durante la cual se compartieron las experiencias y los testimonios de Óscar Hernández Campano y Pablo Suárez, ambos con discapacidad física; Eva Hernando, activista trans del ‘Grupo Diverses’; Alejandro Canal Estrada, con parálisis cerebral; y Andrea Rodríguez, con TEA (Trastorno del Espectro del Autismo).

Para finalizar este acto se entrevistó a dos expertos especializados en el análisis de la presencia de personas Lgtbi y con discapacidad en los medios de comunicación: Emilio Papamija, coordinador del Estudio de la presencia de las personas Lgtbi y con Discapacidad en las series de TV y películas españolas, y Roberto Enríquez Higueras (Bob Pop), escritor y protagonista de la serie “Maricón perdido” y crítico de televisión.