Para esta organización, se trata exclusivamente de una acción específica y temporal para ayudar a reestructurar la flota lo más rápido posible. Por tanto, "debe quedar bien claro que no son unas medidas que vayan a solucionar la crisis económica que atraviesan las empresas pesqueras ni van a resolver los problemas de los pescadores".

En este documento, según Cepesca, no se establecen "medidas a corto plazo que puedan aliviar temporalmente la crítica situación de los armadores españoles, tal y como ha solicitado Cepesca repetidamente en los últimos meses, tanto a la Administración española como a la Comisión Europea".

Dentro del plan de viabilidad presentado por Cepesca, uno de los ejes principales era la necesidad de poner en marcha un plan de ajuste de la flota pesquera, con el fin de que los armadores que no aguantaban más pudieran "abandonar la actividad de la forma más digna posible".

Además de esta medida, Cepesca estima necesarias otras como la exoneración de la Seguridad Social, el control de las importaciones ilegales, la vigilancia del correcto etiquetado en los puntos de venta, un plan de eficiencia energética, cambios en el sistema de formación, etcétera.

Si no se ponen en marcha las mismas, "no conseguiremos una flota competitiva y rentable en el futuro".

A pesar de todo, Cepesca valoró que la resolución europea puede ser una herramienta útil para favorecer la puesta en marcha del plan de ajuste de la flota solicitado por los armadores.

En este sentido, reconoció el trabajo realizado por la Comisión Europea en un tiempo récord, así como el desarrollado por el Parlamento Europeo y los Estados miembros que han hecho posible su rápida adopción. "Sin ser un reglamento perfecto, debido posiblemente a la urgencia en la tramitación, sí que es un avance", concluyó.