El objetivo de este tratamiento específico, que López cree que habría que "priorizar sobre otras actuaciones", es el de "cauterizar el riesgo tan elevado que tienen estos delitos sobre segmentos sociales muy vulnerables, como son los menores".

Desde su punto de vista, para este tipo de delitos debería contemplarse, como mínimo, "el cumplimiento íntegro de las penas, sin posibilidad de beneficio penitenciario" porque, según explicó, "exceden claramente los marcos establecidos en la Constitución de que las penas tienen que tener un carácter redentor y de rehabilitación".

López recomendó que, "como hay perfiles que sistemáticamente reinciden", habría que establecer "una lectura penal y contemplar unidades policiales y judiciales específicas para prevenir el riesgo de pederastas, violadores o criminales en serie".

Como medida novedosa, recomendó el establecimiento de "un registro o unas unidades especiales para priorizar las órdenes de búsqueda y captura y realizar un seguimiento específico de una tipología delictiva que genera gran alarma social y que tiene una posibilidad altísima de reincidencia.

Por último, el policía comentó que los fallos judiciales en el caso de la niña Mari Luz demuestran "la vulnerabilidad y el cinismo" del sistema, y exigió a los jueces que "mantengan la máxima disciplina y rigor a la hora de establecer medidas cautelares para estos individuos".