Así se expresó la patronal tras la publicación por parte del Instituto Nacional de Estadística (INE) del dato de IPC de abril, que se sitúa en el 3,3% interanual y la inflación subyacente en el 2,9%. La primera sube una décima con respecto a marzo y la segunda se recorta en cuatro décimas.

Ante estos datos, la CEOE insistió en la necesidad de “evitar medidas que supongan un encarecimiento adicional de los costes para las empresas o introduzcan una incertidumbre mayor a la ya existente, para mantener la competitividad de la economía española”.

En este contexto, la organización subrayó la importancia del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) firmado por los agentes sociales hace un año y que establece un marco para los incrementos salariales durante el periodo 2023-2025 que, a su juicio, genera “confianza y contribuye a evitar una espiral inflacionista”.

La patronal también señaló que los productos energéticos ya se sitúan como el componente más inflacionista de la cesta, por encima de los alimentos, al recuperar de nuevo tasas positivas interanuales.

Si se compara la evolución del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) con la del IPCA a impuestos constantes, se observa que la inflación habría aumentado seis décimas menos en abril. Es decir, de haberse mantenido las medidas de reducción de impuestos aprobadas el año pasado, la inflación hubiera sido del 2,8%, según los empresarios.

Finalmente, avisó de que en la zona euro la desaceleración de la inflación se estabiliza y se mantiene en el 2,4%, mientras que en España el IPCA de abril aumentó su tasa interanual una décima, hasta el 3,4%, por lo que el diferencial con Europa se amplió en un punto porcentual.