Las últimas comunidades que se han sumado a esta medida han sido las de Valencia y Castilla-La Mancha. En este sentido, la consejera castellano manchega de Economía y Hacienda, María Luisa Araujo, defendió la bondad del impuesto y señaló que "los datos demuestran que un incremento en la presión fiscal no se traduce en una subida de precios y que este tributo lo pagarán de manera importante ciudadanos de otras comunidades autónomas".

Hasta septiembre pasado, el céntimo sanitario permitía a las comunidades cobrar hasta 2,4 céntimos por litro de carburante y destinarlo a la financiación sanitaria. Ese mismo mes, se aprobó un segundo tramo que les da la opción de aumentar este recargo en otros 2,4 céntimos más.

El año 2006, este céntimo sanitario lo pagarán sólo los automovilistas. Los transportistas, por su parte, no se muestran preocupados por la extensión de esta iniciativa, ya que hace dos meses llegaron a un acuerdo con el Gobierno central para quedar exentos de esa contribución.