El cuidado puesto por el personal, la situación privilegiada en un jardín (en un bosque, en el caso del cementario barcelonés); mantenimiento de las tumbas durante cincuenta años; azafatas de compañía para los familiares, e incluso financiación de alguna entidad bancaria son algunas de las características que hacen inclinarse por servicios cuyas tarifas duplican en muchos casos los servicios municipales.

Los costes medios son de unas 300.000 pesetas por nicho, 1,5 millones las sepulturas y unas 125.00 pesetas el metro cuadrado de terreno para panteones. La incineración suele oscilar entre las 60.000 y las 75.000 pesetas, según manifestaron a Servimedia fuentes de las gerencias de estas empresas.

En la mayoría de estos camposantos, la responsabilidad está no sólo en manos privadas, ya que los ayuntamientos de las poblaciones donde se asientan tienen también participación. "Roques Blanques", en la provincia de Barcelona, es gestionado por manos privadas en un suelo público; el cementerio-jardín de lcalá de Henares, en Madrid, tiene una participación privada del 49 por ciento y el resto de la corporación alcalaina.

Las otras instalaciones privadas destinadas a enterramientos son el Parque de la Paz y San Jaime, en Valencia; "Bon Socec", en Mallorca, y otro más en Sevilla en proceso de puesta en marcha.

ESPACIOS AMPLIOS Y VERDES

El cementerio-jardín de Alcalá de Henares (Madrid), con una superficie verde de unas 37 hectáreas, se asemeja más a un amplio parque con césped bien regado que a u cementerio. El director del Area Comercial de la empresa gestora, Ignacio Castillo, lo compara incluso con un campo de golf: "Verde, amplio y sin apariencias de lo que es en realidad: un camposanto".

El éxito de este cementerio semiprivado es considerable y los 1.500 millones de pesetas invertidos desde su apertura, en junio de 1992, han sido prácticamente amortizados, según Castillo.

"Existe una gama de enterramientos amplia", explica el gerente, que insiste en la amplia variedad de los servicis, "desde cinco clases diferentes de nichos, sepulturas de varios cuerpos de hormigón armado, que son más limpios, hasta terrenos para los panteones".

Todos los cementerios privados ofrecen características especiales, aunque no exclusivas, como las tumbas "para toda la vida", con propiedades escrituradas que pasan de padres a hijos, en lugar de los habituales alquileres por diez o veinte años.

También ofrecen servicios duraderos más allá de los propios del día del entierro, que van desde los 50 aos de mantenimiento y limpieza de lápidas por el personal, atención de azafatas a familiares en las tanatosalas y capillas, cafeterías y aparcamientos espaciosos, entre otros.

UN CASO PECULIAR

En Bilbao, como en las demás ciudades en las que no existen cementerios privados, el trato que se da a los muertos es "igualitario; en estos últimos años, los fallecidos eran enterrados en panteones comunitarios de ocho baldas, con una única placa que diferenciaba en qué hoyo había sido enterrado cada cual". El ayuntamiento bilbaino ha iniciado ahora una campaña, que durará hasta diciembre, para vender panteones (a 2,6 millones de pesetas) y sepulturas (a 1,2 millones) y ofrecer así un cierto "trato diferencial" a los que lo soliciten.

La Gerencia de Cementerios de Bilbao ha recibido hasta ahora unas 400 solicitudes de sepulturas y 150 panteones. Sin embargo, Oscar Garbisu, gerente del organismo que rige los cuatro camposantos del entorno de Bilbao (Derio, Ibarrecolanda, Zamudio y Begoña), insiste en l "filosofía igualitaria" de los asentamientos mortuorios. "Las sepulturas y los panteones serán todos iguales y los familiares sólo podrán poner el nombre del fallecido encima", señaló.