Por ello, la confederación recuerda que su venta no está permitida en cualquier establecimiento ya que deben realizarse algunas comprobaciones para que el cliente no sufra ningún riesgo sanitario.

Según CECU, la normativa sobre productos sanitarios exige de forma expresa que los lugares en los que se vendan directamente al público dispongan del equipamiento necesario para la adaptación individualizada del producto, el material propio de una óptica; y que exista un profesional sanitario cuya titulación acredite que está cualificado para tales funciones, es decir, un óptico-optometrista.

La lente cosmética es, por tanto, un producto asimilado a sanitario que requiere una adaptación individualizada, pues va a estar en contacto directo con el ojo y la forma y tamaño de los mismos varía.

Finalmente, CECU denuncia que este tipo de lentillas son vendidas y distribuidas directamente a los consumidores a través de salones de belleza, perfumerías, mercadillos, puestos de playa e Internet.