En un comunicado, el sindicato afirma que la cifra es "ridícula" si se tiene en cuenta que la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) había calificado como "altamente preocupantes" a 1.500.

Estas sustancias habían sido consideradas "altamente preocupantes" por ser cancerígenas, mutágenas, tóxicas para la reproducción, que se acumulan en los organismos o que persisten en el medio ambiente.

Para el sindicato, la decisión de la Agencia de incluir únicamente 15 sustancias en el proceso de autorización "no contribuye al desarrollo de la Estrategia para la futura política en materia de sustancias y preparados químicos que estableció el Libro Blanco dela Unión Europea".

Este documento "nació con el fin de evitar los graves daños ocasionados por la presencia de sustancias tóxicas en el medio ambiente, en los lugares de trabajo o en los productos de consumo".

Las sustancias consideradas peligrosas deberán pasar por el proceso de autorización del reglamento europeo de Registro, Evaluación, Autorización y Restricción de Sustancias Químicas (Reach). Según esta norma, las sustancias de la lista no podrán circular en el mercado europeo sin una autorización previa de la Comisión Europea, y siempre y cuando no existan alternativas menos nocivas.