Así lo trasladó Sordo durante el último Consejo Confederal de CCOO, celebrado este martes y miércoles, durante el que dijo que “tras los indultos y las modificaciones del Código Penal, es coherente una ley de amnistía que evite cientos de procesos que no harían sino retroalimentar la escalada política que se pretende dejar atrás”.

A juicio del sindicato, “el Gobierno y los partidos que lo sustentan no han hecho el suficiente ejercicio de pedagogía para explicar algunas de las medidas que se pactaban con partidos como Junts o ERC”.

“Una ley que deje sin consecuencias penales los presuntos ilícitos pendientes de juicio y vinculados al procés debe vincularse a la necesidad de consolidar la normalización política, social e institucional en Catalunya y en España”, añadió CCOO.

En su intervención, Sordo puso en valor las subidas salariales que se están produciendo tras la firma del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) entre sindicatos y patronal en mayo, así como los incrementos del salario mínimo interprofesional (SMI). Políticas como esta, en opinión de Sordo, están permitiendo que la economía española cuente con una “mayor resiliencia” que la de otros Estados ante la incertidumbre y la desaceleración del crecimiento internacional.

El líder de CCOO volvió a alertar de los riesgos de que la UE vuelva a caer en políticas de austeridad. “En esta situación, debilitar la capacidad de la UE y los diferentes países de implementar políticas de cohesión social y desarrollo productivo, bajo un exceso de rigorismo y precipitado proceso de consolidación fiscal, es una temeridad que nos puede costar caro en términos sociales, económicos y políticos”, abundó.

De vuelta a la situación en España, reconoció que habrá más “dificultades” en la actual legislatura para alcanzar grandes acuerdos, aunque dijo que se debe intentar y que, además, hay otras formas de gobernar que no solo pasan por la aprobación de leyes, como por ejemplo el despliegue de los fondos europeos.

Entre los retos de este nuevo mandato, Sordo apuntó la reforma del Estatuto de los Trabajadores para adaptarlo a la realidad del siglo XXI. Eso sí, reconoció que “una norma de estas características obviamente lleva tiempo y supone un reto importante para el Gobierno y para las organizaciones sindicales y empresariales””.

Igualmente, resaltó que hay otras cuestiones que ya se están negociando o previsiblemente se van a abordar, pues quedaron pendientes de desarrollo o aprobación en la anterior legislatura: el SMI, la reducción legal del tiempo de trabajo, la reforma de las prestaciones y subsidios de desempleo, o el Estatuto de las prácticas formativas no laborales.

También reclamó una estrategia de cuidados que construya desde la responsabilidad pública un auténtico pilar del estado de bienestar para el siglo XXI; la seguridad y salud en el trabajo; Ley de formación; trabajo a tiempo parcial; trabajo en plataformas digitales o modificación del régimen de despido.