Así lo indicó en una rueda de prensa en la que el sindicato presentó su análisis sobre la situación del sector de supermercados y de sus plantillas en la que participaron también el secretario general de la Federación de Servicios de CCOO, José María Martínez, y la responsable federal de Comercio, Ángeles Rodríguez, que pusieron el foco en que el salario medio es, según sus datos, de 15.588 euros, por lo que tiene que ser “el componente de mejora” de las negociaciones.

En el análisis, Martínez subrayó que de las 328.224 personas trabajadoras del sector, 214.748 forman parte del ámbito personal de convenios colectivos de empresa como Lidl, Mercadona o Carrefour. Sin embargo, las restantes forman parte del ámbito personal de 41 convenios colectivos autonómicos o provinciales, de los que 22 están en vigor o preacordados, 10 en negociación desde principios de año y nueve en negociación desde antes de 2022, bloqueados o decaídos.

Por este motivo, señaló que el establecimiento de un marco estatal puede generar “unas condiciones mínimas” para el sector, que está sometido a una “profunda competencia”. No obstante, de no conseguirse este convenio estatal, lucharán por extender los ámbitos de aplicación de los actuales convenios provinciales transformándolos en autonómicos.

Martínez subrayó que los supermercados “no están viviendo una crisis de negocio” y puso el ejemplo de Grupo Dia, con quien recientemente alcanzaron un acuerdo para subir entre un 8% y un 12% los salarios, a pesar de que la compañía sigue en pérdidas. “Si Dia, en unas circunstancias más complicadas que otros, ha apostado por el empleo de calidad, el resto de supermercados tiene que seguir esa línea”, enfatizó.

En este sentido, Rodríguez puso el énfasis en el modelo de franquicia, ya que, según la ley, se aplica el convenio de empresa durante un año y “hay algunas en las que que, pasado ese año, se empeoran las condiciones laborales”. Según Martínez, suelen ser los lugares “donde crecen las diversas precariedades solapadas”. Así, el sindicato pidió la “articulación de procesos de franquiciado para evitar que sean una fórmula de precarización de las condiciones laborales y desregulación de horarios de apertura, garantizando la aplicación del convenio colectivo”.

Además, la responsable de Comercio señaló que la “principal lacra” del sector” es la parcialidad, ya que, según datos del sindicato, existen un 25% de contratos a tiempo parcial, de los cuales un 43% son no voluntarios. Por este motivo, una de las propuestas del sindicato es asegurar un mínimo de horas de contratación de 28 horas (70% de la jornada), ya que existen bastantes contratos con 10 o 15 horas semanales.

En su análisis del sector, también destacaron que desde la pandemia se ha incrementado hasta el 10% el porcentaje de extranjeros trabajadores en el sector, así como el número de trabajadores mayores y de personal titulado. Según Martínez, es un sector “refugio” y “lanzadera de empleo” en épocas de recuperación económica.

CONCILIACIÓN

En la batería de propuestas que desgranó Trujillo, también mencionó la apuesta por el empleo indefinido, situando como objetivo el 90% de las plantillas, así como mejorar la conciliación, un tema que es “complicado” para el sector debido a los horarios de apertura y a que la mayoría de trabajadores libran un día a la semana.

Por este motivo, CCOO reclamó los dos días de descanso y 12 fines de semana de calidad al año con el objetivo de “poder conciliar con la familias”. En relación con esta cuestión, resaltó que la regulación de los domingos y festivos es otro de los caballos de batalla del sindicato, pidiendo a la administración “sin entrar en las competencias de las comunidades autónomas” que se regule el máximo de domingos y festivos de trabajo, así como las zonas de afluencia turística, que se están convirtiendo en la “puerta de atrás” para la “desregularización del sector.

Asimismo, Trujillo también mencionó los planes de impulso de igualdad real y de salud y prevención de riesgos, así como la formación como otros objetivos del sindicato.