CCOO afirmó en un comunicado que ha sido informada ya de algunos pormenores de la transacción, y no ocultó sus temores sobre el impacto en el empleo. “Abstrayéndonos del movimiento accionarial de una empresa especialista en vender sus adquisiciones con plusvalías en unos años, no sería descabellado pensar que esta nueva vuelta de tuerca en el mercado de las telecomunicaciones podría provocar cambios en las redes, precios y plantillas del mercado a nivel global”, señala el sindicato que lidera Unai Sordo.

Comisiones sostiene que “un grupo empresarial de esta envergadura no puede permitirse dinámicas de simplificación de gastos donde el factor humano sea una de las variables a manejar”.

Añade que “más allá de apoyar todo lo que sea recuperar el valor de una empresa enraizada en el mercado”, las cuestiones relativas a lo laboral “tendrán que ser negociadas y consensuadas con la representación de las personas trabajadoras desde el rigor y la trascendencia que para muchas familias españolas pueda tener”. CCOO recuerda además que en las conversaciones entre dirección y sindicatos estará sobre la mesa el convenio colectivo, en puertas de expirar tras el fin de su prórroga el próximo 31 de diciembre.

El comunicado de Comisiones termina con un aviso: “Si finalmente esta operación produjera con el tiempo cualquier intento de deterioro de las condiciones económicas, laborales y sociales de los trabajadores y trabajadoras, CCOO advierte de que no queremos futuros modelos de gestión empresarial en los que la responsabilidad social quede en un segundo plano, afectando con ello de manera negativa a la negociación colectiva y al diálogo social, pues, de ser así, se encontraran nuestro más enérgico rechazo”.