En declaraciones a la Ser, elagua aseguró que los culpables de la falta de organización son los responsables políticos del departamento de Interior del Gobierno vasco, y responsabilizó directamente "al viceconsejero de Seguridad, Martiarena, y por elevación al propio Atutxa".

Para Delagua, no se puede hacer frente a la violencia callejera sin personal y "si desde la comisaría de Sestao se organiza una furgoneta preventiva, miles de ciudadanos se quedan sin patrullas para atenderlos".

A su juicio, lo ocurrido en Baracaldo rsponde a una ausencia de información sobre lo que se estaba preparando y la consecuencia fue que "mis compañeros tuvieron que regresar a comisaría a por dotaciones antidisturbios y una vez allí se vieron totalmente acorralados, bloqueados, y no pudieron hacer más".