El sindicato, mayoritario en el sector, denuncia que la campaña "pretende hacer creer a los clientes que los únicos costes que determinan el precio de los créditos y la retribución de las cuentas corrientes son los salarios de sus empleados y los alquileres que pagan por sus sucursales, ocultando la multiplicidad de factores que influyen".

Además, "cualquier usuario de servicios financeros es consciente de la rapidez con la que, muy especialmente el Banco Santander, repercute cualquier subida de tipos de interés en el precio de sus créditos".

Por otra parte, CCOO advierte que "la campaña pretende presentar un servicio que ya poseen desde hace tiempo casi todas las entidades financieras como algo absolutamente novedoso", utilizando para esta simulación un tono extraordinariamente agresivo".

Por último, considera la campaña incoherente con la "proyección que el Banco Santander h querido dar a su adquisición de Banesto y a las ideas de liderazgo y tamaño asociadas a dicha adquisición".