El director general de Vinsa, José Luis Novales, manifestó a Servimedia que las horas extraordinarias estructurales cobradas por los empleados de la empresafiguran como tales en sus nóminas y que las visitas realizadas por la Inspección de Trabajo en 1990 y 1991 no detectaron ninguna irregularidad.

Según Novales, lo que ocurre es que la compañía no tenía esos años comité de empresa, que debe dar el "visto bueno" a las horas extras estructurales, por lo que el tiempo realizado fuera de la jornada debía ser abonado con cargo a otros conceptos retributivos.

CCOO ha interpuesto su denuncia ante la Agencia Estatal Tributaria, la Dirección General de Trabjo y la Dirección General de la Inspección de Trabajo, dentro de una campaña que piensa extender a otras empresas de seguridad.

Este sindicato estima que la cantidad no declarada por Vinsa como horas extraordinarias puede superar los 500 millones de pesetas anuales, de las que supuestamente no habría ingresado las correspondientes cotizaciones a la Seguridad Social ni habría aplicado las retenciones del IRPF.

Según CCOO, Vinsa camufló estos pagos en tres conceptos distintos, subvención de gimnasi, gastos de manutención y gastos de locomoción, "llegando a pagar horas extraordinarias hasta 170.000 pesetas mensuales a un trabajador".

CCOO asegura que ha realizado una investigación sobre las compañías de seguridad, comprobando que "solamente dos empresas, Iberexpress y Prosegur, cumplen con sus obligaciones en materia de cotizaciones de horas extras".

Este sindicato anuncia que interpondrá denuncias contra las demás empresas, entre las que cita a Grupo 4 Securitas, Segur Ibérica, Ausysegur, rotecsa y Esabe". El presunto fraude, según CCOO, "puede superar los 1.000 millones por empresa en algún caso".

La empresa de seguridad Vinsa cuenta con una plantilla de unos 1.200 trabajadores, entre vigilantes jurados, guardas de seguridad y personal administrativo. El año pasado, su facturación ascendió a unos 2.400 millones de pesetas.