A través de un comunicado, el sindicato expresó que mientras la dirección se mostraba “exultante” por la salida a bolsa, “en la fábrica madrileña se vivía una situación radicalmente distinta”, ya que “hace meses que el panorama es desolador en la división Derma España”.

CCOO explicó que “a los sucesivos incumplimientos del convenio se suma una oleada de salidas con un porcentaje muy alto de rotación en la plantilla, la ausencia de un sistema de fichaje, la negativa de la empresa a regular el teletrabajo y la presión a la que somete” a la representación del sindicato.

Así, “pese a que la compañía catalana de moda y fragancias cerró 2023 con un ingreso récord de 4.304 millones de euros -un 19% más que en 2022- y con un Ebitda de 849 millones -un 33% más-, no aplicó la subida salarial que marca el convenio, aunque en su web asegura que la justicia y el respeto son dos de sus principales valores”.

CCOO denunció que Puig “conoce lo que está ocurriendo en la división Derma España, pero mira para otro lado y no hace nada para solucionarlo”. “Permite que se incumpla el convenio en materia de dietas”, reprochó, al pagar “15 y no los 25 euros comprometidos. También subrayó que la planta carece “del sistema de control de jornada al que le obliga la ley” y no abona al personal “la subida salarial pendiente del 10,3%, que recoge el Convenio General de la Industria Química”.

“Derma España también se niega, con el amparo del grupo Puig, a regular el teletrabajo”, manifestó el sindicato, ya que “rechaza implantar una política transparente sobre esta materia y lo mantiene como un derecho individual y arbitrario”. Además, “tampoco cumple su compromiso de trasladar trimestralmente sus cuentas al comité de empresa y se multiplican las salidas de la empresa -más de noventa en tres años-.

Por último, CCOO advirtió de que “si nada cambia” valorará las acciones legales a emprender. Además, no descarta “poner en marcha un calendario de movilizaciones para aliviar la situación”.