Nicolás Llinares Cervera, natural de Villajoyosa (Alicante), fue rechazado tres veces desde principios de 1993 para el puesto de telefonista, a pesar de que estaba el primero en la lista de la bolsa de trabajo. La dirección del hospital justificó el rechazo diciendo que no estaba capacitado.

El afectado manifestó no entender "cómo dicen que no estoy capacitado, cuando desempeñé ya el trabajo de telefonista un mes en l Hospital de Denia, supliendo una baja por enfermedad y seis meses en el Hospital de Villajoyosa, superando en ambos casos los 15 días de prueba".

Según Llinares, "en el Hospital de Denia, antes de denegarme el puesto me obligaron a realizarme un examen médico, cuando eso no se lo hacen a nadie, y en sólo cinco minutos el médico internista del hospital me hizo un estudio de salud mental consistente tan sólo en copiar mi certificado de minusvalía".

El joven alicantino manifestó asimismo que "no tenen vergüenza, porque por una parte están potenciando el acceso de minusválidos a puestos de trabajo y por otra todo son trabas a la hora de contratarnos".