Según informó el director generl de Reclutamiento, Gregorio López Iraola, estos ocho jóvenes con doble nacionalidad han renunciado al Ejército por causas personales, principalmente por haber logrado un puesto de trabajo a su llegada a España a través de sus familias aquí. La mayoría de los ocho que se han dado de baja proceden de Argentina e iban destinados al Ejército de Tierra.

López Iraola destacó, en rueda de prensa en el cuartel de El Goloso (Madrid), que estas bajas están dentro de las previsiones e incluso se han dado en un orcentaje "inferior a lo normal", ya que la media para la tropa en general es que en los dos primeros meses de formación se produzcan entre un 10 y un 11 por ciento de bajas.

También resaltó el alto cargo de Defensa el hecho de que estos jóvenes "todavía no son soldados", lo que ocurre cuando juran bandera, una vez superados los dos primeros meses de formación, y que durante ese periodo pueden romper su compromiso con las Fuerzas Armadas en cualquier momento y sin ningún problema.