Asimismo, solicitan a Borrell que valore de nuevo la necesidad real que existe de cerrar la carretera de circunvalación M-40 por el norte, las grandes expectativas urbanísticas que crearía su construcción -que afectarían necesariamente a El Pardo- y la posibilidad de invertir dichos presupuestos en la mejora del transporte colectivo.

Entre los frmantes de la petición figuran los escritores José Luis Sampedro, Ian Gibson y Josep Vicent Marués, así como Carlos Montes, catedrático de Ecología Acuática de la Universidad Autónoma; Jesús Ibáñez, catedrático de Sociología; Francisco Díaz Pineda, catedrático de Ecología de la Complutense, y César Gómez Campos, catedrático de Biología de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Agrónomos.

Aedenat considera que existen suficientes argumentos en contra de la construcción del tramo norte de la M-40, tato de carácter ambiental como desde el punto de vista práctico, ya que los ecologistas no lo consideran necesario.

Según la organización conservacionista, el ministro de Obras Públicas y Transportes debería reconsiderar el proyecto en beneficio de los intereses de la mayoría de la población.

"Ha quedado demostrado", según Aedenat, "que su conostrucción prácticamente sólo va a beneficiar a las constructoras que lleven a cabo la obra, así como a los bancos e inmobiliarias que deseen promover un intnso crecimiento urbanístico en los terrenos próximos al Monte de El Pardo".

Con el fin de evitar futuras amenazas contra este espacio, los ecologistas exigen a la Administración central que proceda a declararlo parque nacional, por considerar que es la figura legal más adecuada para garantizar su conservación.