Aunque no aclaró porqué, sí dejó entrever que si CIU no forma parte del Gobierno de la Generalitat, ello favorecería las conversaciones con la coalición nacionalista en caso de que en marzo su partio no obtuviera la mayoría absoluta o, en cualquier caso, para llegar a acuerdos con CIU en grandes asuntos de Estado como el diseño autonómico y la cohesión nacional.

A su juicio, el diseño autonómico será, sin duda, tema de negociaciones y consensos en la próxima legislatura y ve más factible llegar a acuerdos con los catalanes, nacionalistas o no, que con los vascos.

El líder popular recordó su trayectoria negociadora en materia de financiación autonómica, cuando ocupaba la cartera del Ministero de Administraciones Públicas, y los óptimos resultados que se obtuvieron en aquella ocasión y mostró su disposición a tender los puentes necesarios para que, a partir de marzo, si gobierna, se repita ese escenario con las autonomías.

Sobre este asunto, Rajoy precisó que si hay negociaciones tendrán que ser discretas no radiadas porque, de lo contrario, no se va a ninguna parte. El candidato popular echando mano de su experiencia, admitió que las negociaciones siempre serán más fáciles con unos presientes de autonomías que con otros.