Durante la legislatura que ahora acaba, la Entesa se ha diferenciado por las numerosas iniciativas en defensa de los idiomas y culturas de las comunidades autónomas, pero también por muchas otras de carácter social, económico o en el ámbito de las infraestructuras, casi siempre en sintonía con el PSOE y otras fuerzas minoritarias nacionalistas y de izquierda.

Entre sus mociones en favor de las lenguas oficiales del Estado que no sean el castllano, se encuentran la petición de que las matrículas de los automóviles incluyan un distintivo autonómico o que los mensajes institucionales del Rey sean expresados y difundidos en todas las lenguas oficiales.

En la moción que hacía referencia al Rey, la Entesa se mostraba convencida de que Don Juan Carlos es "persona sensible al plurilingüismo" y, en consecuencia, tendría que ser el primero en impulsar el mandato constitucional de defender las lenguas cooficiales, "expresando sus mensajes o declaraiones institucionales dirigidos al conjunto del Estado en las diversas lenguas de España".

SELLOS Y WEB EN CATALAN

La Entesa también pidió que el Gobierno garantice el aprendizaje de todas las lenguas oficiales por parte de los extranjeros residentes en España, que se facilitara la incorporación efectiva de estas lenguas en los sellos y demás efectos postales, que los contenidos del "Portal del Ciudadano" (www.administracion.es) figuren en todas ellas o que todas las dependencias del Ejército en comnidades con lenguas propias respeten la toponimia propia de éstas.

Trasladar la sede de la Comisión Nacional del Mercado de las Telecomunicaciones a Barcelona, que los organismos autónomos y los reguladores independientes de distintos sectores tengan su sede en diversas ciudades de España, no sólo en Madrid y la creación de un ente autónomo que gestione los aeropuertos catalanes fueron otras de sus iniciativas parlamentarias.

En cuanto a las propuestas económicas, pidió la creación de una ponenci en el Senado que estudiara el nuevo sistema de financiación autonómica y el desarrollo de la información económica de carácter territorial.

Pero la coalición también ha sufrido tensiones entre los dos partidos que la forman. Sin duda la más importante surgió el año pasado a raíz de la Ley de Partidos y el proceso de ilegalización de Batasuna.

Los dos senadores de Esquerra se mostraron radicalmente en contra de la ilegalización, mientras que los socialistas tuvieron que someterse a la disciplina e partido impuesta por el PSOE, pese a que algunos de ellos, tan ilustres como Jordi Solé Tura, también pensaban que esa medida era un "gran error".