Según se recoge en la carta, de dos folios de extensión y fechada el 16 de noviembre de 199, Javier escribió a su padre diciéndole que debía declarar que amenazó a su madre con un machete para que grabara la cinta en la que se simulaba la voz de Anabel Segura y que fue enviada a la familia de la joven.

En la carta, envíada a Emilio Muñoz antes del careo que éste mantuvo con su esposa y aportada como prueba en la comunicación del procesamiento a las partes, que tuvo lugar ayer en los Juzgados de Illescas (Toledo), Javier Muñoz dice que su madre le ha pedido "que te escriba esta carta para qu la entiendas, pues nosotros necesitamos a mamá fuera, y sobre todo los pequeños, que todos los días están pensando en ella".

A continuación, Javier Muñoz pide a su padre que diga en su declaración que "tú la dijiste que Anabel estaba muerta y que la amenazaste con un machete, que aunque no se lo pusiste en el cuello la cogistes para que ella sintiera miedo y entonces ella tuviera que grabarla".

"Ella sabe no fue así", continúa la carta, "pero la abogada le dijo que tenía que contar que la amenazste, no sólo verbalmente, y entonces ella dijo lo del machete".

Sobre por qué fue un hijo del matrimonio el que le transmite estas instrucciones, Javier Muñoz escribe: "Ella no te puede escribir, pues si te escribe van a pensar que estaba de acuerdo contigo en lo que tú ya sabes. De todas maneras, me ha dicho que vas a recibir una carta, que ya te darás cuenta de que es ella. Pero es importante que no la vuelvas a escribir, porque esas cartas, como van abiertas, las leen de prisión a prisión, ¿entiends?"

En este sentido, las fuentes consultadas informaron que en el sumario consta cómo Felisa García pidió a Nazaria, una reclusa de la cárcel de Brieva (Avila), que escribiera a su marido pidiendo que la exculpara.

Nazaria se negó a escribir a Emilio Muñoz y fue entonces cuando Felisa García decidió utilizar a su segundo hijo para transmitir el mensaje a su marido.

La carta escrita por Javier Muñoz fue entregada ayer por Emilio Muñoz durante la comunicación del auto de procesamiento a los imlicados, que tuvo lugar en el Juzgado número 1 de Illescas, donde se instruye el caso.

Según las fuentes citadas, la carta fue leída en voz alta durante la vista y Emilio Muñoz la aportó como prueba de que su esposa colaboró voluntariamente para encubrir el crimen.